Las dos se enlazan, se muestran, no juegan para ellas, son juguetes, juegan
para él, se exhiben, disfrutan de su placer. Ha pasado el tiempo de la
humillación o de la vergüenza, mientras se intentan lamer, mientras se tocan, le
escuchan hablar y sus palabras penetran en su mente y las excitan aún más. Les
dice que no le pongan como escusa, les dice que sabe el placer que les da darle
placer, pero que las conoce mejor que ellas se conocen, que son dos perras en
celo y que les calienta exhibirse y tocarse.
—Quiero veros a punto de correros. Quiero sacaros a pasear y que tiréis
del carro completamente empapadas.
Las dos sonríen y se tocan. Saben que después
del ejercicio las bañará y tomará posesión de su cuerpo.
Uf...sin palabras... ya se que es un comentario muy tonto por mi parte pero todo son sensaciones indescriptibles
ResponderEliminarGracias por compartirlas
No es un comentario tonto, a menudo es dificil expresar con palabras las sensaciones.
ResponderEliminarUn saludo
Manuel